domingo, 17 de septiembre de 2023

ROSAS AMARILLAS


Ni mil rosas podrán nunca llenar esa belleza que tenían mis ojos al mirarte

Ni mil pastillas pueden curar el atómico dolor que siento en el pecho al mirar tu ausencia

Es que la nada es nada sin tus ojos, la nada es hiel cuando esa nada no te tiene a ti

Tus cabellos aún me acompañan, espaciados entre si en esa almohada que te vio dormir

y el perfume de las rosas me habitan y pienso en ti.

Pienso en como pude ser tan mortal, tan poca cosa para dejarte ir

Este silencio que grita tu nombre, ese tu nombre que no deja de latir en cada lagrima que me asalta.


Ni mil rosas podrán nunca llenar esa belleza que tenían mis ojos al mirarte

Como cuando la navaja abre la piel del indefenso, como cuando el plomo penetra los tejidos

Así se abre hoy el desgarro de mi alma al no tenerte más, al no mírate más.

Así se cae por pedazos esa ilusión de ser más, de dar más, y por pedazos va armando en el
suelo, uno a uno, la forma de la tumba de mis risas, del sepulcro de mi sentido.

Tal vez, debería enterrarme yo mismo, tal vez, debería de encargarme de moldear ese panteón y dar un mejor uso en esa mi tumba a esas rosas amarillas que no sirven de nada si tu no estás.